Continúo con la reflexión y me sumerjo en el reflejo de los personajes de Tolkein

Narro, entonces, cómo es que llevo dándole vueltas a este sentimiento de inconformidad y rechazo al diseño de la diversidad. Hace unos meses por esparcimiento decidí contestar uno de esos tests informales en una famosa red social… "¿Qué personaje del Señor de los Anillos eres?" Como me gustó la novela, me encantaron las películas, y le he encontrado significados arquetípicos a la trama, ingresé al test. Es interesante, para mí al menos, dejarse llevar por aquello que impacta a la psique y al cuerpo emocional. Como no puedo resistirme a encontrar los significados, me voy a permitir ver mi reflejo en la trama de los personajes de la obra de Tolkein, ya que me perturba y me alienta al mismo tiempo. Prosigo, con lo del test; lo contesté y obtuve el siguiente resultado: Eowyn:

You are Eowyn, shield-maiden of Rohan. You are beautiful, but do not
want to be put into a traditional box. (Your cooking skills may be
underwhelming…) You are independent, and wish to prove yourself with
adventurous deeds. You have a heart for the underdog, and though you
have known great sorrow, you will find hope unexpectedly…

Podría sonar bien… de hecho suena muy bien… pero el resultado por trivial que pareciera tuvo un significado confrontante para mí. De dos maneras, la primera: me hace contactar el rechazo a mi propia naturaleza. La segunda es la similitud de la trama de Eowyn con la mía: ella se enamoró de un hombre inalcanzable, y utilizo ese término porque es el primero que me viene a la cabeza, y eso en sí mismo tiene un significado y en ello lleva su relevancia.

Toco el primer punto, el rechazo a mi naturaleza, a quién soy. Yo hubiera querido ser Arwen, un elfo, inmortal, mágica, y la figura femenina preponderante en la historia. Pero resulta que no lo soy, soy Eowyn. La raza humana tiene, en la trama de la saga del Señor de los Anillos, un papel clave. Los hombres son esos seres caracterizados por su dualidad. Aquellos seres en los que cohabitan un sin número de polaridades: la debilidad absoluta que pone en riesgo la existencia del todo, y al mismo tiempo una fortaleza tal que puede salvarlo todo. Un profundo miedo al compromiso, contrastado por el valor para aceptar una misión de vida. El egocentrismo, la alienación contrapartidas de la camaradería, la fraternidad. Todas esas polaridades encierran los principios de la luz y la oscuridad. Eowyn es sólo un ser humano, carece del misticismo, del encanto de un ser como un elfo.

¿Es que acaso este rechazo se deriva de no saber cuál es nuestro papel en la trama? ¿Sería más sencillo si supieramos a qué y por qué estamos en medio de estas guerras externas e internas? O más bien, ¿sólo cuando aceptamos lo que somos, entendemos nuestra misión? ¿Es el autoconocimiento el camino para la aceptación?

Aquí me viene a la cabeza otra figura femenina. La diosa Hécate que manifiesta su presencia cuando un viajero llega a una intersección.

¿Qué debe hacer un viajero? ¿Detener el viaje hasta decidir que camino tomar? Me parece simplemente que es necesario entender que este viaje no es lineal, no se trata sólo de avanzar. Un aspecto fundamental es la elección, el libre albedrío, la toma de conciencia. (to be continued…)

2 comentarios en “Continúo con la reflexión y me sumerjo en el reflejo de los personajes de Tolkein

  1. La música esta compuesta, además de 4 tiempos de 8 (mejor conocidos como octavos), principalmente de sonidos, pero también de silencios. Creo que es lo mismo que hace un viajero: tener un plan hacia dónde dirigirse -la música-, pero el viaje también consiste en detenerse, reflexionar, observar. Incluso rectificar el camino. Indubitablemente esos son nuestros silencios. Absurdo sería pensar que el silencio no significa tener una bella melodía. En nuestro caso, el tener un "beautiful journey". Disfrutemos nuestros silencios!

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